LLueve en mí

Es dificl pensar cómo un año se acaba en 24 horas, cómo puede terminarse bellezas y dejarte sin existencia, es improbable quizás que un para siempre dure exactamente esa cantidad de tiempo. =( lo único que quiero es llorar y dejar que llueva en mí.

Mágico - I'm Lonely Man

La armónica es uno de mis instrumentos favoritos, creo que puede contar historias sin necesidad de hablar, una salida de aire, un sentimiento. Es increible como una barra de metal pueda convertirse algo tan sentimental.

Las piedritas del Camino

El sol ya se escondía para darle paso a la luna, el camino se lo sabía de memoria; cruzar la esquina, 6 pasos hasta el poste de luz, cruzar a la derecha y caminar por la vía que atraviesa el parque, siempre pateando las piedritas del camino. Una noche como cualquier otra, cruzó la esquina, vio el mismo poste de luz con toda su magnificencia erguido, y comenzó su travesía por el parque, está vez vio que las piedritas ya habían sido pateadas; lo que llamó su atención. Al otro día, cambió un poco la rutina y llevó a cabo su recorrido más temprano, y la vio ahí, caminando en sentido contrario, pateando las mismas piedritas que él se dedicaba a organizar en su camino de regreso.

El cuarto

No sabía a dónde mirar; apenas podía respirar. Podía escuchar la sangre correr por debajo de mi piel, una asfixia emocional masacraba mi mente, mi ceño estaba inmerso en una tormenta de lágrimas. Entre más veía sus rostros, más se desvanecían.
En medio del desprecio por mi cruel imagen, toque a la puerta de dios pero no supo darme respuesta.

¿Dónde está ese dios redentor?, ¿ese ser omnipotente que todo lo cuida?; las lágrimas me quemaban los ojos; los desdeñados ojos de esta cara llena de desprecio y dolor. Me sentía abandonado, perdido, no sabía qué hacer. De un momento a otro alguien intentaba entrar, el pomo de la puerta se movía bruscamente, Afuera se escuchaban gritos de dolor. El odio que se sentía me erizaba la piel.

De pronto todo mi cuerpo sintió el aborrecimiento y el desprecio que estaba detrás de la puerta, mi cabeza se adormeció, mis manos se entumecieron, mi respiración se hizo más rápida y tragar saliva dificultoso.

La puerta era golpeada con algo que parecía metálico, recuerdo muy bien ese sonido, el sonido de esa vara de metal golpeando la puerta que luego me golpearía 18 veces; golpes acompañados de gritos de desprecio.

Salí entonces de mi carne y no sentía mi peso, mis pies se difuminaban paralelos al suelo, podía flotar; miré para abajo y me vi ahí con el rostro desfigurado y, embestido hasta el rincón de la habitación. Ya estaba todo saldado. Acá en el aire no siento lágrimas ni frío, extrañamente hace demasiado calor.

Despues de 5 años de haberse mudado, un niño terminaba de pasar sus ojos por la nota que acababa de encontrar en un rincón no muy alejado de su cama; era la confesión de un desgraciado, era la história del cuarto.

Uaash

Ahora puedes que estes sentado, sin nada que hacer, esperando a inspirarte o distraerte con algo; yo hasta hace un momento lo estaba, con mis manos frente a este teclado, las letras esperan ser tecleadas, esperan a dejar algo plasmado en todo este espacio en blanco; yo en cambio no espero nada, no espero siquiera que se muevan, nunca lo he esperado; desde que tengo las protesis es poco lo que se mueven.

Gotas

La luz estaba encendida, la lluvia caía fuerte contra lo que se encontrara en su camino, iban directo hacia el pavimento para ahí convertirse en la homogeneidad que las caracteriza. Las ventanas estaban ya adornadas por varias de estas heterogéneas gotas que se resguardaban de su destino, pero que al final les espera lo mismo: ¡DESAPARECER!