La manhana despertó con él, era esa manhana con la resolana maldita que no le dejaba disfrutar la resaca, su boca reseca no podía ver, y su corazón se fue con el nunca fui en vez de quedarse con el que soy, se levanto descalzo, sus pies estaban negros, como su alma, caminó 2 pasos hasta quedar de frente contra el piso, mirando entre la madera y la loza, allá afuera se sentía la paz, y acá el huracan destrozaba su corazón, uno de cristal; que no guardaba nada sólo la luz que lo hacia brillar, las cobijas caen, sobre sus pies y la idea de comenzar denuevo se levanta, igual no está muerto, y en un segundo decidió que lo que le queda de vida es igual, es igual, igual a morir, abrió los ojos, y la luz de ese callejón del suelo, los pies intrepidos de afuera le hicieron ver que era momento de salir de ahí, suspirar ya no hace mas, es hora de comenzar a ver las cosas de distinta manera.
:) Siempre cuando sientas que todo está sobre de ti, piensa que estar así es darle vida al fracaso. Siempre hay arena en los zapatos, pero se pueden sacudir
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