Un lugar para discernir, un lugar para conocer, un lugar para agradar y comunicar, un único lugar que no se encuentra en la sociedad.
jueves, 26 de agosto de 2010
Pensamientos
Quisiera sentarme, toda la vida, a tratar de decidir quien soy, buscar la esencia de mi alma, y críticar la religión, que el día me regale letras que contar, y el calor de éstas poderte compartir. Escribir la vida, mi vida, y esas vidas, acompañado de mi musa, acompañado de un cigarro inacabable, un trago de media noche, un café para dormir y sin poder dormir.
viernes, 20 de agosto de 2010
martes, 17 de agosto de 2010
INTITULADO
lunes, 16 de agosto de 2010
Sounds of pain
Afuera la lluvia se deja caer, sólo se escuchan entre los sonidos de las gotas un aullido, y pajaros volando, los truenos ambientan el día, huele a tierra humeda, ese olor indescriptible e irritante; antes de comenzar a escuchar el sonido latente de un piano en escala aguda, he visto algo por la ventana, me gusta este clima, me hace pensar que la vida es efímera.
Un grito hace que enfoque la atención ahora en el horizonte, allá a lo lejos donde hay arboles y hojas húmedas, no se ve nada, sólo se escuchan gritos, fuertes gritos, gritos de dolor, de ausencia, de lamentos. Ahora la lluvia cae lenta, como si sólo quisiera regar las plantas, el sol está perdido, acá no llega su luz, es opaco, es como un crepúsculo eterno, volteo a mi derecha y ahí estaba esa guitarra vieja, con sus cuerdas intactas, como si nadie nunca la hubiera tocado, decidido a sacar sonidos melancolicos, desenpolva la guitarra y acompañado con el sonido del piano de afuera, hace la primera nota, el sonido que sale de ahí llega hasta el fondo del corazón, del alma, y acaba con todo sentimiento de felicidad, cómo es posible que una cuerda pueda llevar a ese estado donde sólo piensas en la hoz.
Los gritos no cesan, cada vez los siento más cerca y con cada nota, de mi boca sólo sale un sonido grave y gutural para acompañarla, es como si el dolor de materializara y tratara de comunicar eso que hizo que se apartara de todo, allá perdido en sus sentimientos, en sus lagrimas, en sus notas, en sus suspiros y muy pronto en su muerte.
jueves, 12 de agosto de 2010
¿Rarezas ?
¿Acaso un pelo largo, una barba, y poco dinero te hacen malo? ¿ Dónde quedó la libertad de decidir cómo te ves ?, de dónde sacó el poder para capturarme porque no me veía como uno de los clones de la sociedad, uno de esos especimenes sin mente, que caminan igual al otro, se visten igual, hablan igual y sus gestos son iguales, pero yo por salir un poco de ese contexto ¿soy malo ? ¿ soy un ladrón ? ¿ soy algo defectuoso o perverso ?, y además por defenderme soy sumido en una golpiza, acaso quién tiene el poder para eso.
Esto se pasaba por la mente, despues de salir de la estación de policía, la conciencia peleaba con su realidad, sin saber que lo habían confundido con su hermano gemelo no conocido.
domingo, 8 de agosto de 2010
Taller de Penal
TALLER Nº 1 DE DERECHO PENAL GENERAL
SEMESTRE 4 – A PROF. EINARCO JOSE MORALES CARPIO.
Archivo de Word descargar:
http://www.4shared.com/file/YSn0o3yU/Taller_1-_Respuestas.html
sábado, 7 de agosto de 2010
Butterfly Effect
Alguna vez leí o me dijeron no lo recuerdo bien, que si una mariposa aleteaba frente a tus ojos, ese aleteo produciría una catástrofe en china, es el famoso efecto mariposa, yo soy un poco incrédulo con estas cosas, pero la historia que les voy a contar me hizo creer, es una de esas historias que pocas personas creen que le puedan suceder a alguien.
Era la mañana de una marzo caluroso, uno de esos días para meterse en una piscina y sentir el sol, mediante sus rayos oblicuos, una de esas mañanas donde no tomas café de desayuno, sino agua o en este caso un helado. Él despertó cansado, la noche también había sido de calor, el clima ya le advertía del infierno que viviría, salió de su casa dispuesto a encontrarse con sus amigos carlos y andrés, salió en su coche desde casa, cruzó la calle y cogió la avenida, en el momento en que iba a acelerar para cruzar, un ciclista pasó a toda velocidad frente a él, lo que hizo que frenara en seco, en ese momento se rascó los ojos, y dijo para sus adentros "concéntrate juán concéntrate", después de meditar un poco, aceleró y fue en busca de sus amigos y de una tarde refrescante, cuando iba llegando notó que había un grupo de gente reunida mirando hacia el piso, pensó en un accidente, nunca le había gustado ir a fijarse en eso, le parecía morboso, antes de llegar pensó que sería bueno comprar algo para pasar la tarde con sus amigos, parqueó, e ingresó a la tienda, allí agarró unas cervezas, algunos snack's y se paseaba por la zona de dulces, mientras revisaba algunos productos, sintió un frío extraño que le subía por su cuello, lo paralizó un revólver que le apuntaba a su cabeza, él de espaldas, sentía el hierro frío en su cuero cabelludo, que le decía que se quedara callado, caminaron hacia la caja, pero ahora con el revólver en su espalda, el cajero cobró y cuando abrió la caja, él hombre armado disparó sobre su oído hacia el cajero, arrebató el dinero de la caja y salió corriendo, estaba desorbitado, atontado, aturdido, cómo le había podido pasar eso, pensó que sería una mala señal quedarse y se fue de la tienda, encendió el carro, se pasó las manos por la cara sudorosa del miedo, y arrancó decidido en volver a casa, llegó y llamó a su madre, su madre no estaba, él quería contarle todo, pensó que quizás había salido a donde sus amigas, pasaron almenos 3 horas, antes de que el teléfono alimentara su preocupación, al otro lado de la bocina le decían que su madre había muerto y que habían agarrado al asesino, salió a reconocer a su madre en el hospital, yacía ella sucia y sin vida, la policía lo llamó para ir a ver al asesino.
El asesino era el que había pasado frente a él cuando iba a cruzar la calle, su madre era lo que veían ese grupo de gente reunida, y el dinero que robó en la tienda era para escapar, qué hubiera sido de él, su madre y el cajero, si no hubiera frenado, para no herir al asesino.
Morí por vos.
Un hoja enlagunada por lágrimas, un lapicero rojo que acabándosele la tinta fueron sus únicos acompañantes, la hoja su confidente, la tinta el emisor de sus sentimientos. Tenía tantas cosas que decir, tanto que confesar, con los pies cruzados, la nariz tapada y sus ojos encharcados en esas lágrimas que parecían agua sal, comenzó a escribir. Cada letra era una lágrima, cada vez más inundaba el papel, a su lado un teléfono vibrando con desesperación, pero estaba decidido, cada llamaba aumentaba su dolor, al fin decidió apagarlo pero se encontró con un mensaje, un corto mensaje pero tan lleno de sentimiento que inundó su corazón de dolor, y tristeza, pasó su mano para limpiarse la nariz con el borde de la camiseta blanca que lo vestía, una camiseta ya encharcada, él era sentimental y ahora más, ahora estaba dolido, confundido, ofendido, la decisión estaba tomada pensaba, pero el sólo hecho de pensar en ella, le producía eso que sólo pueden sentir una persona a la que le han robada un sueño, que le han roto el corazón o que ha sentido una decepción, ese gran vacío que se traga todo menos la melancolía, veía borroso pero no le impedía plasmar en el papel todo, no sabía qué le dolía en realidad, era tanto, sus dientes chasqueaban, ahora sentía frío, cómo era posible que en el día todo era sonrisas y en la noche, en la típica llamada de despedida, se hayan despedido para siempre, un adiós, ese tipo de adiós que sabes que no va a tener un hola al día siguiente, ese adiós que era para siempre. La carta que escribió ya la verán, cómo he dicho de sus ojos brotaba las profunda tristeza, por lo tanto la tinta roja se corrió un poco, el simplemente quería desahogarse, nunca pensó que fuera ser descubierta.
“Querida mía debo decir que la tristeza que me abarca este día es monstruosa, nunca pensé que todo fuera a cambiar de esa manera, nunca imaginé que la noche iba a ser tan triste, nunca pensé que el frío y tú ayudarían a helar mi corazón, escribo con tinta roja, porque representará el dolor, dime si en todo lo que hice hubo algo malo, dime en qué me equivoqué, dime qué produjo tu decisión, tus palabras, entraron por mi oreja, y fueron directamente a mi corazón, a mi honor y los destrozaron, liberaste la nostalgia, la tristeza, y esos reos que estuvieron presos por tanto tiempo, lo has logrado, me has demostrado que ser un hombre bueno en todos los sentidos, no fueron suficiente para hacerte feliz. Supongo que las llamadas son para convencerte que estoy bien, lo estoy, lo estaré, no tendrás que preocuparte, igual cuando tuviste la oportunidad decidiste hacer caso omiso a eso, tú estuviste primero, para mí no fue problema. Me pregunto entonces ¿cuál es el problema?, Por qué lo decidiste, me esmeré, dejé tantas cosas sólo por ti, dejé una vida en tus manos, ahora no sé qué hacer con ella, que irónico la propia vida la maneja una relación, cuanta libertad dejé por hacerte feliz y ahora me arrepiento, malditas gotas, no dejan de caer, simplemente me abriste el pecho y agarraste lo primero que viste, un corazón maltrecho, al menos te divertí dejando que lo destrozaras, los rompecabezas son para armarlos pero a ti, particularmente te gusta desarmar, supongo que será tu naturaleza, pero no es más, esto será lo último que sabrás de mí, una simple carta, una carta llena de dolor, sólo quiero que lo sepas, prefiero hacerlo por acá, ya que mi voz suele quebrarse cuando sufro, gracias por tu indolencia, gracias por las horas que te hice malgastar y gracias por demostrarme que el amor no existe.”
Después de escribir, se recostó sobre la mesa en la que escribía, su brazos debajo de su cabeza para que la gotas terminaran de caer por si solas en la mesa, después de sollozar se quedó dormido, y fue para su querida ese adiós que quiso, mientras sus lagrimas caían su vida se iba con ellas, así fue que él murió ahí, en la mesa donde se desahogo por última vez, su vida se fue con las letras, su alma se deshizo con las lagrimas, y su último respiro fue un te amo, que se dijo para sus adentros.
jueves, 5 de agosto de 2010
Without life
"Me despertó el frío de la mañana, abrí los ojos aún adoloridos y me paré de la cama, era un día triste, era gris, me dirigí hacia la puerta del vestidor y saqué el traje, me lo puse y salí de casa, cuando hube cerrado la puerta del carro, comenzó a llover, una llovizna suave, como si el día también se lamentara, ella también quería acompañarnos, busqué la dirección de nuevo y despues de 45 minutos llegué, ahí estaban todos, reunidos como nunca antes se había visto, en el frente sólo estaba él, callado, serio, inmerso en sus pensamientos, mirando hacia abajo, las lagrimas se tiraban al abismo, era un llanto silencioso, sin sollozos, era como si le hubieran quitado la vida a él y no a su amada." - Jorge Alberto Villegas
lunes, 2 de agosto de 2010
Inspiración de Media Noche.
Bienvenid@s
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