Un lugar para discernir, un lugar para conocer, un lugar para agradar y comunicar, un único lugar que no se encuentra en la sociedad.
sábado, 7 de agosto de 2010
Butterfly Effect
Alguna vez leí o me dijeron no lo recuerdo bien, que si una mariposa aleteaba frente a tus ojos, ese aleteo produciría una catástrofe en china, es el famoso efecto mariposa, yo soy un poco incrédulo con estas cosas, pero la historia que les voy a contar me hizo creer, es una de esas historias que pocas personas creen que le puedan suceder a alguien.
Era la mañana de una marzo caluroso, uno de esos días para meterse en una piscina y sentir el sol, mediante sus rayos oblicuos, una de esas mañanas donde no tomas café de desayuno, sino agua o en este caso un helado. Él despertó cansado, la noche también había sido de calor, el clima ya le advertía del infierno que viviría, salió de su casa dispuesto a encontrarse con sus amigos carlos y andrés, salió en su coche desde casa, cruzó la calle y cogió la avenida, en el momento en que iba a acelerar para cruzar, un ciclista pasó a toda velocidad frente a él, lo que hizo que frenara en seco, en ese momento se rascó los ojos, y dijo para sus adentros "concéntrate juán concéntrate", después de meditar un poco, aceleró y fue en busca de sus amigos y de una tarde refrescante, cuando iba llegando notó que había un grupo de gente reunida mirando hacia el piso, pensó en un accidente, nunca le había gustado ir a fijarse en eso, le parecía morboso, antes de llegar pensó que sería bueno comprar algo para pasar la tarde con sus amigos, parqueó, e ingresó a la tienda, allí agarró unas cervezas, algunos snack's y se paseaba por la zona de dulces, mientras revisaba algunos productos, sintió un frío extraño que le subía por su cuello, lo paralizó un revólver que le apuntaba a su cabeza, él de espaldas, sentía el hierro frío en su cuero cabelludo, que le decía que se quedara callado, caminaron hacia la caja, pero ahora con el revólver en su espalda, el cajero cobró y cuando abrió la caja, él hombre armado disparó sobre su oído hacia el cajero, arrebató el dinero de la caja y salió corriendo, estaba desorbitado, atontado, aturdido, cómo le había podido pasar eso, pensó que sería una mala señal quedarse y se fue de la tienda, encendió el carro, se pasó las manos por la cara sudorosa del miedo, y arrancó decidido en volver a casa, llegó y llamó a su madre, su madre no estaba, él quería contarle todo, pensó que quizás había salido a donde sus amigas, pasaron almenos 3 horas, antes de que el teléfono alimentara su preocupación, al otro lado de la bocina le decían que su madre había muerto y que habían agarrado al asesino, salió a reconocer a su madre en el hospital, yacía ella sucia y sin vida, la policía lo llamó para ir a ver al asesino.
El asesino era el que había pasado frente a él cuando iba a cruzar la calle, su madre era lo que veían ese grupo de gente reunida, y el dinero que robó en la tienda era para escapar, qué hubiera sido de él, su madre y el cajero, si no hubiera frenado, para no herir al asesino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario